En el verano del año 2016 se pone en marcha un proyecto de investigación arqueológica bajo la colaboración entre el Ayuntamiento de Peñas de San Pedro y la Facultad de Humanidades de Albacete (UCLM). A su vez, en la ayuda económica y técnica al proyecto se sumó la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Diputación de Albacete.
Esta iniciativa supuso la primera actuación arqueológica en la superficie de la Peña mediante procedimientos metodológicos acordes con la disciplina. Aunque es cierto que, desde principios del siglo XXI, ha sido objeto de diversos seguimientos y prospecciones arqueológicas por diferentes motivos. Precisamente, este fue el gran paso dado en esta primera campaña: secuenciar estratigráficamente los diversos horizontes cronológicos establecidos por los materiales encontrados en superficie. De este modo, se podría fijar una correlación de esa cultura material con los niveles de ocupación asociados a complejos estructurales de los diversos periodos en los que la Peña del Castillo fue habitado. Si bien, esta es la denominación con la que se conoce este yacimiento arqueológico, al constatarse una ocupación humana que se extiende casi tres milenios, hay que señalar que la referencia más tradicional y común es su denominación como “Castillo de Peñas de San Pedro”, por su aspecto defensivo y localizarse allí el origen de la actual Peñas de San Pedro desde los últimos siglos de la Edad Media y ser esta la nomenclatura que recoge la documentación medieval y moderna.
Esta primera experiencia, como inicio de la andadura de un proyecto de investigación a largo plazo, contó con el apoyo de un grupo de colaboradores entusiastas, entre estudiantes de la Facultad de Humanidades y voluntarios de la localidad, al amparo de un equipo técnico dirigido por la Dra. Dª Lucía Soria Combadiera, profesora e investigadora de dicha facultad. Con medios ajustados y mucha ilusión, el planteamiento llevado a cabo supuso la realización de una prospección microespacial de la parte meridional de la Peña y la excavación arqueológica de cinco sondeos arqueológicos de 3×3 m. repartidos por ese sector del yacimiento. Este planteamiento se estableció para determinar el alcance arqueológico del subsuelo y como un primer estudio de valoración.
Todos estos trabajos cubrieron las expectativas iniciales, mostrando el inicio de la existencia de un conjunto constructivo asociado a diferentes etapas históricas y una gran representación de cultura material, hasta ahora enterrado bajo capas y capas de tierra.
El interés que despertaron los resultados de la primera campaña de trabajos arqueológicos permitió afianzar los objetivos a largo plazo del proyecto. La segunda campaña de actuaciones arqueológicas se desarrolló en el verano de 2017 y contó con los mismos colaboradores institucionales del año anterior, de nuevo bajo la dirección de la Dra. Dª Lucía Soria Combadiera. Y de nuevo, un grupo voluntarioso de estudiantes en Humanidades de la Facultad de Albacete y otros alumnos pertenecientes a otras universidades españolas, junto a colaboradores desde el ámbito local, participaron con unos objetivos que apuntaban a unas mayores expectativas.
Desde el punto de vista metodológico, se diseñó un nuevo sistema que englobase toda la superficie del yacimiento y que encadenara bajo un mismo criterio unas pautas terminológicas para las futuras campañas de excavación arqueológica. El empleo de tecnologías punteras en el campo de la investigación arqueológica también fue uno de los elementos desarrollados en esta ocasión: uso de drones para la captura de fotografía aérea y de apoyo planimétrico, junto a sistemas geofísicos (georradar y geomagnética), a cargo de un equipo de la Universidad de Granada dirigido por el profesor Dr. D. José Antonio Peña, para analizar la potencia arqueológica del subsuelo por toda la superficie del yacimiento. Estos nuevos sistemas de análisis se compatibilizaron con los clásicos métodos tradicionales que se ven en una excavación arqueológica, donde el lápiz y el papel tienen su protagonismo durante el registro arqueológico.
Esta campaña se caracteriza por la división de dos zonas de trabajo de excavación: en la parte central del yacimiento, en el antiguo solar que ocupaba la iglesia medieval de Nuestra Señora del Socorro, y en sus inmediaciones; también en la parte meridional, continuando en uno de los sondeos realizados el año anterior. Unos trabajos que permitieron acercarnos a contemplar el origen y el desarrollo urbano de la villa de Peñas de San Pedro en lo alto de su prominente peña.