La tercera campaña arqueológica del 2018 retomó los pasos del verano anterior. Se volvió a contar con los mismos colaboradores institucionales del año pasado, así como con los mismos miembros del cuerpo técnico. Además, se sumó en las tareas de coordinación y trabajo de campo un becario, gracias a una beca de formación y colaboración convocada por la Asociación Cultural ARCIS, patrocinada con la inestimable ayuda del ayuntamiento de Peñas de San Pedro. Nuevamente formaron parte de las labores de trabajo arqueológico un amplio grupo de estudiantes procedentes de la Facultad de Humanidades de Albacete, unidos a las colaboraciones del alumnado perteneciente a otras universidades: Universidad de Valencia, Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Lugo y, como novedad internacional, la Università degli Studi di Napoli. La Dra. Dª Lucía Soria Combadiera ha continuado con la dirección de la campaña arqueológica.
Las novedades de esta campaña se presentan en las nuevas zonas de trabajo de excavación pues, además de excavar en lo alto de la Peña, las labores arqueológicas se extendieron a la Ladera Sur. En total, las tareas se llevaron a cabo en tres zonas distintas: en la parte alta se continuó ampliando el perímetro de la antigua iglesia de Nuestra Señora del Socorro y algunos de los espacios pertinentes al urbanismo de la villa del Castillo, situados en la parte meridional de la superficie. En la parte baja, correspondiendo a la zona de la ladera sur se decidió a elaborar una intervención. Tras los diversos estudios de georradar y ejercicios de prospección, se determinó profundizar mediante un estudio arqueológico más exhaustivo que delimitase los resultados de aquellas investigaciones previas. Gracias a ello, los resultados han sido muy sugerentes, puesto que han surgido restos correspondientes al asentamiento íbero vinculado a la Peña del Castillo, con viviendas y materiales en torno a los siglos VI y IV a. C. No obstante, esta campaña ha sido una sucinta aproximación a la complejidad de esta nueva realidad cronológica que se presenta en el estudio de la Peña del Castillo en su totalidad histórica.
En agosto de 2019 se llevó a cabo la cuarta campaña de excavaciones en la Peña del Castillo, financiada con las Ayudas a la investigación del Servicio de Patrimonio y Arqueología de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, la colaboración del Ayuntamiento de Peñas de San Pedro y el Instituto de Estudios Albacetenses de la Diputación Provincial de Albacete. La intervención estuvo dirigida, de nuevo, por la profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Lucía Soria Combadiera, y por el arqueólogo José Ángel González a quienes se sumaron dos arqueólogos de apoyo, Diego Lucendo y Tomás Torres, de Baraka Arqueólogos, una especialista en antropología forense, Laura Gutiérrez y más de una veintena de estudiantes y egresados de la UCLM y otras universidades españolas.
En esta campaña se fijaron tres zonas de excavación: dos en la cima de la Peña y una en la Ladera Sur. En la cima, continuó la excavación en las áreas abiertas en la campaña anterior y se delimitó una nueva zona colindante en el marco interior de la antigua iglesia del siglo XIV, Nuestra Señora del Socorro. Lo más destacado fue la exhumación de diversos materiales constructivos de sillería relacionados con la antigua fábrica de la iglesia, reutilizados y amortizados en la construcción del cuartel del siglo XIX. También en la cima, se continuó la excavación en el Área 95-A, más conocida como la vivienda bajomedieval y moderna ya localizada en 2016. Abandonada a lo largo del siglo XVIII, está compuesta por varios espacios y tiene unas dimensiones considerables que todavía están por determinar en profundidad.
En la Ladera Sur, las actuaciones volvieron a centrarse en el Corte 3000A y se abrió uno nuevo, colindante al mismo. Durante esta campaña, hemos identificado dos áreas habitacionales diferenciadas por la presencia de una plataforma aterrazada. Asimismo, la intervención en la Ladera ha descubierto los restos de una fragua o herrería constituida con un horno de planta rectangular excavado en el terreno, y asociado a él, una pequeña estructura cuadrangular a base de mampostería y algunos fragmentos de adobes de gran tamaño, que es la zona de trabajo de herrero. Finalmente, un pequeño conjunto de piedras de planta semicircular y que debería servir para colocar alguna tinaja o tinajilla con agua, necesaria para enfriar el metal. Se han recogido abundantes escorias de hierro y de plomo. Sin duda, esta zona deparará grandes sorpresas dado el buen estado de conservación de las estructuras, la calidad de éstas y los materiales recogidos.
Durante el mes de septiembre de 2020 se realizó la, hasta ahora, última intervención en el yacimiento, gracias a la financiación del Ayuntamiento de Peñas de San Pedro y el Instituto de Estudios Albacetenses de la Diputación Provincial de Albacete. Las actuaciones se centraron únicamente en el interior de la iglesia, en la cima del yacimiento. Permitieron sacar a la luz nuevos espacios vinculados al acuartelamiento, diversos restos constructivos de la iglesia original, así como retazos del enlosado de la misma, bajo el que vuelven a visualizarse fosas rectangulares excavadas en la roca, correspondientes a la necrópolis bajomedieval y moderna.